7- Rocco el bailarín epiléptico


La experiencia con el cowboy había sido bastante relajante,
espero que Martina me siga hablando después de haberle colgado el teléfono. Ahora a prepararme para salir a cenar. Hemos quedado en Sushi Samba, un restaurante brasileño-japonés en la calle 12 con la 7 avenida. Me encanta tienen el mejor sushi con unas caipiriñas riquísimas. Aunque la bebida no es lo mío y es que me mareo con una cerveza, pero de vez en cuando me gusta saborear un buen cocktail. Mis amigos lo saben así que cuando quieren enredarme en algo siempre me invitan a algún lugar donde tienen un nuevo cocktail, y debo de recocer que yo tampoco me resisto demasiado. Ademas Sushi Samba es un lugar con historia. La primera vez que fui, fue con mi amiga Palma, una bailarina-actriz-profesora de yoga, en NYC todo el mundo es algo-guión-algo-guión-algo... parece que ser sólo actor, o sólo cantante no tiene el suficiente caché. Mi amiga Palma me invitó a ir a unas pruebas para un espectáculo de samba en el restaurante, necesitaban bailarines, yo nunca había bailado samba pero Palma en su infinita sabiduría me dijo “ crea un personaje” “vive el personaje” y sobre todo “no te pongas a mi lado” ella era sabia pero también lista no quería nunca que nadie le quitara el foco de atención. Yo que estaba empezando en el mundo del espectáculo me lo tomé como una audición más, y seguro que oiría aquello de “gracias por venir, ya nos pondremos en contacto con tu agente”. Lo que significa “no vales para esto así que sigue sirviendo mesas”. Con la moral alta y las esperanzas muy bajas me presenté ahí con Palma. Nos pusieron en un escenario en medio del restaurante, yo al fondo y ella como gran estrella al frente, y nos dijeron que sobre todo buscaban autenticidad. Cuando apareció la persona encargada del casting Palma casi se muere, se puso pálida, y se fue al final donde yo estaba, eso no era normal en ella “Palma que pasa, te ha entrado un ataque de modestia” ella me miró con cara de odio, me esperaba uno de sus comentarios cínicos y de diva pero no, casi no podía hablar lo único que me dijo fue “es la mujer de Nico” Nico era su último amante que había conocido en sus clases de capoira. Lo suyo fue amor a primera patada. Ella me dijo que cuando le vió pegar patadas en el aire con fuerza y decisión supo que el era el hombre de su vida. He de admitir que en los últimos meses había tenido varios amores de su vida, su amor es siempre intenso, breve y con un desenlace a la altura de cualquier telenovela venezolana, y este no iba a ser menos “igual ella no sabe quien eres”, le comenté a ver si se relajaba pero lo que no sabíamos era que la mujer de Nico había encontrado unas fotos comprometidas de los dos.
“Vete hacia adelante Rocco” me dijo Palma con determinación  “ya te conoces el papel”. Rocco era un personaje que yo había hecho en un corto. Era un bailarín epiléptico. Me pasaba todo el corto tirado en el suelo con ataques de epilepsia y música house de fondo. “Estas segura y mi reputación de..” me corto en seco con su mirada que claramente decía “reputación, si no te conoce ni tu vecino”, bueno que iba a perder si ya lo tenía todo perdido desde el principio así que me propuse seguir sus indicaciones. Su plan era que yo hiciera el espectáculo para que ella pudiera salir de ahí sin ser detectada y sobre todo airosa.
Como me dijeron en mis clases de actuación “el espectáculo debe continuar” me me fui al frente del escenario donde estaban los productores, cerré los ojos y cuando la música empezó grite “Rocco” y me tiré al suelo como un poseído, que ni la niña del exorcista, lo bailarines que estaban cerca no sabían que pensar si llamar a la ambulancia o a la policía. Mientras estaba enroscandome en el suelo podía ver la mirada de asombro de los productores y la coreografa, desde luego el plan estaba funcionando. Lo interesante del espectáculo es que siempre debe continuar porque uno siempre tiene que estar a la altura y preparado para improvisar así que los músicos siguieron tocando, Lo bailarines siguieron ejecutando sus pasos de samba, pero me seguían mirando de reojo pensando “y esta de que va.”
Palma aprovecho este momento surrealista para salir. Cuando creí que ella ya estaba a salvo, me levanté como si me hubiesen echado agua bendita encima y el demonio hubiese salido de mi cuerpo y antes de que me dijeran nada me fui en busca de Palma.
Sabía que me estaría esperando en la cafetería de Washinton Square.
Ahí estaba ella tan digna como siempre y como si nada hubiese pasado solo me dijo “buen trabajo Rocco, cada día te sale mejor el personaje”, el teléfono sonó era la coreografa, o sea la mujer del amante de Palma. Le hice señales a Palma explicándole quien era. Mientras yo hablaba Palma me decía “lo siento, otra vez sera”, al colgar Palma alzo su vaso “ por el fracaso...” y antes de que siguiera hablando le dije “por el tuyo querida...” ellos querían realidad y por lo visto en las fabelas los santeros bailan por el suelo poseídos por lo espíritus, la coreografa, alias la mujer del amante de Palma, me dijo que le sorprendió que alguien que no era de ahí conociera ese baile así que estaba contratado, iba a ir vestido de santero dirigiendo el espectáculo Palma que siempre quiere ser la estrella de todo me dijo “ No me des las gracias, solo invitame a una copa Rocco”.

1 comentario:

  1. esta reina no para, que electrica que es... eso parece un takata por 125.. lol

    ResponderEliminar